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Libro pendiente de impresión.

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INTRODUCCIÓN

Un rancho oculto al oriente de El Torrejón, Sinaloa; México. Agosto 2011

 

El “Chuby" no sabía que era lo que le molestaba más: lo pegajoso del calor del ocaso  veraniego o los insectos insidiosos que pululaban en el aire y que insistían en introducirse por el cuello de su camisa o no poder participar en la fiesta que se desarrollaba muros adentro con la sabrosa y estridente música de banda en vivo que llegaba hasta él, música que era un burlón recordatorio de su triste baja posición en la cadena alimenticia.

 

El y su compañero no podían formar una pareja mas dispar: el ‘Chuby’ era grueso sin llegar a ser totalmente obeso, musculoso eso sí, rubio, de ojos claros, muy dicharachero y de tez muy colorada. Como “guaruras” o guardaespaldas profesionales ambos portaban fusiles de asalto Kalishnikov .47 que ellos llamaban “cuerno de chivo”, además de pistoleras con sus armas muy bien engrasadas y listas para evitar sorpresas desagradables. Martín, su compañero de guardia; era un individuo impenetrable, bajo de estatura, muy moreno, de nariz aguileña, ojos pequeños y con las cerdas que hacían las veces de cabello cortadas a rape.

 

 El “Chuby” se volteó hacia el otro y le dijo: - “Pinche ‘Tilín’ neta que yo debería estar bailando con una ‘morra bichi’ allá dentro en lugar de estar aquí afuera cociéndome en mi propio jugo, condimentado por estos pinches insectos chupasangre” - El aludido hizo apenas una mueca que pretendía ser una sonrisa y continuó serio en su papel, - “No güey - prosiguió el primero, allá en Culiacán si hacía calorcito húmedo, por causa de los tres ríos, pero aquí si son chingaderas: está el calor, el río y el mar y juntos me cae que está cabrón. No se ni pa´que se baña uno, más tardas en secarte el agua, que ya estás otra vez bañado en sudor…” - Martín miró a su compañero y cuestionó: - “¿Otra vez la misma canción mi ‘Chuby’?, se queja usté mucho pa´ ser de por aquí… - ¡No, ‘Tilín’ no me chingues, no es lo mismo!, ¡a poco no se te antojaría estar allá adentro con una de esas güerotas que trajeron hace rato!” – “¡Ni Dios lo quiera!” – Dijo el ‘Tilín’ – “¡Mañana amanezco en un tambo de diesel junto con un saco del más fino cemento Portland!” – “¡Jajaja!” – rió de buena gana el ‘Chuby’ mientras el ‘Tilín’ continuaba: - “¡Que no ve que al patrón le súper encabrona que siquiera nos quedemos mirando a alguna de sus viejas!, no ¡Calle boca tendría que ser muy pende…! ¡AY CABRÓN!” – Exclamo Martín mientras se golpeaba el cuello con la mano libre – “¡¿QUE PASÓ?!” – preguntó alarmado el ‘Chuby’ – “¡No sé, algo me picó en el cuegggggh….!” – No pudo terminar de responder pues empezó a convulsionar, los ojos en blanco, la boca espumando y la respiración entrecortada. El ‘Chuby’ dejó recargada en la pared la AK-47 mientras se arrodillaba al lado del ‘Tilín’.

 

Iba a accionar el walkie talkie para pedir ayuda, cuando por el rabillo del ojo izquierdo ¿Acaso una sombra se movió?, lo que hubiera sido, insecto o no, ya no estaba cuando volteó hacia donde había percibido la sombra. Accionó el botón de la radio y creyó que dijo: - “Aquí puerta sur, requiero apoyo” - pero en realidad, aunque pudo articular las palabras, solo un discreto ggggkk salió de su boca junto a una cantidad impresionante de sangre... Después la sensación vertiginosa de ir cayendo. En los últimos segundos antes de perder el sentido, el cerebro del ‘Chuby’ alcanzó a maravillarse por el hecho de lograr entender que el cuerpo que veía tirado frente a él ¡Era el suyo propio!, pero… ¡Eso era imposible!... ¿O no?, ¿Y por qué ese mismo cuerpo suyo que tanto le gustaba no le respondía?... ¡Dios bendito!, Cuanta sangre salía de… ¡Su cuello!, ¡Donde antes estaba su cabeza ahora sólo existía un muñón ensangrentado que regaban el suelo con unos cada vez más débiles chorros de sangre a ambos lados de lo que solía ser su pescuezo!...

 

Antes de desmayarse para siempre Quiso gritar “¡Aquí puerta sur: auxilio!” pero nada de su cuerpo le respondía excepto su percepción y esta también amenazaba con abandonarle. Mientras se hundía en las nebulosas aguas de la inconsciencia se llevó el último susto de su vida – Literalmente -: Frente a él una figura menuda, más oscura que la noche, ¿Caminaba?, ¿Volaba? Digamos simplemente que se desplazaba sin hacer ruido, si hubiera tenido sangre se le hubiera helado en las venas, pues esa “cosa” lo miraba con algo similar al interés con unos ojos de negro terciopelo, mientras tanto el “Chuby” escuchaba una canción conocida: “…Soy del mero Sinaloa donde se rompen las olas y busco una que ande sola…” Pero alguien le estaba bajando el volumen a la banda y también a la ya de por sí escasa luz de la tarde…

LIBRO 1° "DO"
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CAMINO
“En primer lugar está el camino (la política)”

CIUDAD DE MÉXICO D. F. JULIO A OCTUBRE 1968

 

María Angélica Legrand Herrero era poseedora de una belleza que era a la vez exótica y nativa. Su herencia mestiza, de ascendencia mixteca le confería unos bonitos ojos almendrados, un tanto orientales en una carita redonda, color café capuchino, que adornaba con un hoyuelo en cada mejilla que se evidenciaban cuando sonreía con una boca sensual de rojos labios carnosos que guardaban unos dientes perfectos y blanquísimos, su nariz era pequeña, de ésas que en México se llaman ‘chatitas’. Sin embargo, la otra parte de sus genes eran franceses (donados gustosa y lascivamente por algún soldado en tiempos intervencionistas), que le daban un color de ojos color miel casi verdes, según la cantidad de luz y el reflejo del color de ropa; su cabello era ensortijado y de color castaño muy claro. No obstante su legado europeo, era bajita de estatura estando en el promedio para las muchachas oaxaqueñas de mediados del siglo XX: alrededor de 1.55 m.

 

Angélica estaba agradecida con Dios por haber nacido el 17 de julio, el santoral de ese día que fué: Beato Benedicto XI papa, San Edda de Winchester, San Fermín obispo de Pamplona – “¡Ay hubiéramos ido a Huamantla a la pamplonada!” dijo la tía Emilia -, beato Juan José Juge de Saint-Martín, San Metodio, San Mel Ruain, San Marcos Ji Tianxiang, beato Oddino Barotti, San Odón de Urgel, San Panteno de Alejandría, beato Francisco To Rot, San Willibaldo de Dryopolis, Santa Edilburga de Ebreuil, beata Ifigenia de San Mateo, santa María Guo Lizhi y beata María Romero Meneses. Para elegir el nombre, su padre católico tradicionalista y de acuerdo a la tradición familiar, bautizaría a la recién nacida de acuerdo al santoral, así que en familia, empezaron a discutir sobre los probables nombres. Se eliminaron los que les sonaron cacofónicos al feminizarlos: “Mela” y “Metodia” se prestaban al calambur, al igual que “Fermina”, que sonaba a “fémina” y podría sugerir connotaciones pornográficas; “Marca” ni pensarlo, muy comercial; “Oddona” – “¡Ay no!” -, dijo una prima – Al igual que “Oddina” ¡suena como “jodona”! – El resultado fue que corrieron de la discusión a la prima pero eliminaron ambos nombres; -“¿”Panteno”?... ¿Que eso no es un producto para el cabello?”- Dijo el primo Barsabás y adiós Panteno; “Edda” no..., no se puede feminizar, suena a peda y parece muy poco cristiano, “Juana”, “Petra” o “Josefa” no - dijo la abuela -, y adujo que ya había demasiadas en la familia y por eso tendía a confundirlas. Sin embargo “María” definitivamente sí, todas las mexicanas deberían ser Marías o Guadalupes... – “OK María está bien” -, pero María “¿Qué?”... quedaban “María Willibalda”, “María Edilburga” o “María Ifigenia”, cuando la asamblea estaba a punto de decidirse por éste último, la misma tía Ifigenia (un tanto celosa) recordó que también se celebraba María del Espíritu Santo o María Angélica Y ¡Zas!, ¡Ya estaba! “Yo te bautizo con el nombre de María Angélica en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo...”

 

La tía Ifigenia había sido la ‘culpable por así decirlo’ del nombre de Angélica y esto era curioso pues a ella le apodaban ‘La Bruja’ porque aunque ella clamaba a los cuatro vientos su catolicismo, le gustaba el espiritismo, los conjuros que los mixtecos y zapotecas y sus brujerías – “Todos son hechizos blancos ¡Caramba!” – protestaba ella, hablaba seis lenguas nativas, sabía de nahuales, conocía el panteón azteca, mixteco y maya, practicaba la herbolaria y en general en su colonia la tenían por curandera. Calculó el tonalpohualli del 17 de julio de 1951 para predecir el carácter de su sobrina musitó – ‘Ya uxi'uvi ina... ka’alahun Oc... Caxtoliome Izcuintli...’ – Su marido la escuchó mientras leía el periódico y le recriminó – “¿Que tanto rezas mujer?, ¡Me espantas!” – Sin mirarlo ella respondió – “¡Sshhhht! Que me desconcentras, estoy trabajando en el tonalpohualli de María Angélica... nació en un Ya uxi'uvi ina para los creadores del calendario nuestros Padrecitos los Olmecas o ka’alahun Oc para los padres de las matemáticas nuestros hermanos los mayas o Caxtoliome Izcuintli para los mexicas, conquistadores del mundo...” – El esposo con cara de espanto dijo con erudición: – “Como siempre no te entiendo ni madres” – “¡Ah pinche chilango renegado!, tu herencia española no te permite ver más allá de lo preconcebido” – A lo que el aludido respondió en un respingo – “¡Pues enséñame en lugar de insultarme chingados!” – Su esposa con cara de resignación repuso – “ ‘Ta güeno’, pero estate callado, mira, la niña nació en un día Doce Perro, con influencia de la lluvia por pertenecer a esa trecena del año Yaa’kuun’yucu o Cuatro Hierba, su signo la protege, y eso es bueno, por que el perro es fiel y es el que te guía por el camino de la muerte, tanto para los prehispánicos como para los grecolatinos. Eso puede ser la parte negativa, su signo es cercano a la muerte física pero los demonios perro no se le acercarán mientras viva, y cuando muera no tardará en encontrar su camino al inframundo...” – Su esposo interrumpió – “¡Que te fuera oyendo el padrecito, te excomulga mujer!” – Ella lo fulminó con la mirada – “¡Quedamos que ibas a estar calladito!”- Y prosiguió con su exposición: - “Eso nos dice que es una persona fiel, con instinto de manada o sea que odiará estar sola ‘como perro’, sabrá seguir al líder, pero en caso de no hallar uno, ella se convertirá en la líder de la manada, le va a gustar andar de ‘pata de perro’ o sea que su vida va a estar marcada por el ansia de viajar, será fiel a sus tradiciones y sus ideas, buena para inspirar fidelidad. Va a ser muy creativa, por lo que el arte será fácil para ella; sin embargo hay dos cosas que me preocupan una esta niña: Tiene un aura de soñadora, es decir de esas personas que reciben mensajes cuando duermen, pero eso yo se lo voy a encaminar por el lado bueno, al fin que no lo hurta, lo hereda de su tía” – Dijo orgullosa y continuó – “Y lo otro está relacionado con problemas que tendrá con su padre... hummm déjame sacar el ‘tumbaburros’ pa’ investigar más profundamente...” – Fue a un estante y sacó de él un libro negro con símbolos atecas y después de buscar un rato dijo – “¡Aquí está mira! – Y leyó – “El padre puede ser una persona distante, o quizás exista la rivalidad entre el hijo y el padre, por lo tanto, la rebeldía será un factor constante en esta relación. Finalmente, la persona Perro deberá hacer la paz con su padre, y aceptar lo que recibió de él y lo que no. La idea del padre tiene connotaciones aún más profundas cuando se observa desde una perspectiva culturalmente más amplia... La madurez emocional es uno de los problemas que enfrentan las personas Perro en las relaciones de pareja. Estas personas tienen fuertes instintos territoriales y pueden ser muy celosos cuando se trata de compartir y de confiar en el otro. Necesitan saber claramente cuál es el orden a establecer y dónde están los límites. Si estos aspectos no están claros sobrevendrá una crisis de inseguridad y la reacción no será precisamente amistosa. Los individuos Perro manejarán un código doble; habrá ciertas reglas para la pareja, y otras para ellos mismos. Es en estas instancias donde se hace necesario el verdadero trabajo sobre la madurez emocional. Finalmente, el instinto territorial de las personas Perro está muy pronunciado y no es fácil acceder a él...” – La mujer se quedó dubitativa y fue su esposo el que hizo la apología final – “¡Que Dios los agarre confesados! A ella y a los que la van a rodear”.

 

El viernes 17 de julio de 1968 Angélica celebró su cumpleaños número diecisiete y poco después el martes 22, hubo un incidente del que ella se enteró hasta unos días tarde, y que a la postre desencadenaría un profundo cambio social en México: Se registró una pelea callejera que ponía de manifiesto una antigua rivalidad entre las vocacionales, pertenecientes al Instituto Politécnico Nacional (IPN) y las preparatorias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Los rijosos eran estudiantes de la “Vocacional 2” y de una preparatoria particular incorporada a la UNAM: La “Isaac Ochoterena” de la que Angélica había egresado. Al día siguiente, en represalia, los estudiantes de la preparatoria apedrearon la Vocacional, este enfrentamiento se convirtió, de una manera casi inconcebible, en la peor crisis política en la historia de México desde la Revolución de 1910... Crisis que muy pronto explotaría en la cara de los mexicanos...

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De acuerdo al artículo 123 del Código Penal vigente entonces y ahora, el Presidente y algunos de sus colaboradores cercanos fueron “Traidores a la Patria”. Sin embargo Díaz Ordaz quería una “modernización” de México al costo que fuese y sin que mediaran más opiniones que la suya. Cualquier oposición, por mínima que fuera, era implacablemente acallada, de ser necesario, por los medios más violentos. La CIA y Scott lo sabían. Por sus fuentes de información LITEMPO, Scott se dio cuenta que la incertidumbre que provocaba el movimiento estudiantil en el Gobierno, estaba cediendo el paso a la ira. Con todo y su experiencia, para esas fechas los norteamericanos habían calculado mal: En junio de 1968 Scott y el embajador norteamericano en México Fulton "Tony" Freeman reportaron a Washington: "El gobierno cuenta con diversas formas de medir e influir la opinión de los estudiantes y, cuando cree que los desórdenes exceden los límites que considera aceptables, se ha mostrado capaz y dispuesto a intervenir de manera decidida, hasta ahora con efectos positivos, más aún, los desórdenes estudiantiles, pese a la amplia difusión que reciben, simplemente carecen del músculo para crear una crisis nacional". Y es que Scott tenía una red de fuentes de información dentro de la UNAM y otras escuelas, llamada LIMOTOR, que lo mantenían bien informado sobre las políticas en el campus universitario. Sabía que los estudiantes de la UNAM le disputaban el control de las actividades estudiantiles a las juventudes comunistas. Para ello crearon un nuevo Consejo Nacional de Huelga o CNH. "Aquellos que propugnan la acción violenta son todavía minoría", reportó Scott.

 

Sin embargo Díaz Ordaz estaba tercamente convencido de que el Partido Comunista Mexicano y la Unión Soviética estaban involucrados en la organización de los disturbios. Scott deseaba creerlo, pero no había pruebas y así lo reportó al cuartel general de la CIA: "Pese a que el gobierno pretende tener sólidas evidencias de que el Partido Comunista maquinó el alboroto del 26 de julio, y aparentes indicios de complicidad de la Embajada soviética, es improbable que los soviéticos socavaran así sus cuidadosamente cultivadas relaciones con los mexicanos". Para principios de agosto la opinión de Scott había cambiado y reportó: "La oficina de la Presidencia se encuentra en un estado de agitación considerable, por la anticipación de nuevos disturbios. La presión para que Díaz Ordaz restaure la calma es particularmente intensa, debido al deseo de México de proyectar una buena imagen internacional". A fines de ése mes, Díaz Ordaz designó a Echeverría para que encabezara un nuevo "comité de estrategia", para diseñar cual sería la respuesta del gobierno contra los disturbios estudiantiles. Pero el jefe de la DFS, Fernando Gutiérrez Barrios, le confesó a Scott que el gobierno no contaba con ningún plan para enfrentar los desórdenes estudiantiles. El propio Scott se mostraba inseguro. Sus frecuentes "reportes de situación", conocidos informalmente como ‘Sitreps’, hacían énfasis en la filiación comunista de los profesores involucrados en el movimiento estudiantil.

 

Scott dedujo cómo iba a responder el Presidente, ya que estaban en riesgo los intereses comerciales y turísticos. Además la proximidad de las Olimpiadas apremiaban a una "acción rápida", según informó Scott a Washington, pues sospechaba con justicia que el Presidente había planeado utilizar al regente de la Ciudad de México Alfonso Corona del Rosal, como chivo expiatorio. Corona del Rosal era un ex-general con reputación de duro. Pero para disgusto de Díaz Ordaz, Corona, que se sabìa presidenciable y deseaba ser el “tapado”, defendía una postura conciliatoria con los estudiantes. A partir de su larga experiencia, Scott intuyó cómo actuaría Díaz Ordaz: "La incapacidad de un político para mantener la paz en el área a su cargo, ha proporcionado más de una vez al Presidente una excusa para abortar una carrera política", escribió Scott. "Corona del Rosal ha sido mencionado como posible sucesor de Díaz Ordaz, y es posible que el Presidente haya decidido 'quemarlo'." Al final Scott tendría razón y el ‘dedazo’ de Díaz Ordaz para elegir a su sucesor señalaría a Echeverría, aunque no fuera su favorito.

 

Los telegramas del embajador Freeman a Washington eran cada vez más preocupantes, pues Díaz Ordaz y sus allegados se expresaban cada vez con mayor dureza. El embajador escribió: El gobierno "implícitamente acepta que, como consecuencia, esto va a acarrear víctimas… Los dirigentes de la agitación estudiantil han sido y están siendo llevados a la cárcel… En otras palabras, la ofensiva contra los desórdenes estudiantiles se ha abierto hacia frentes físicos y psicológicos". Scott sabía que Díaz Ordaz creía a pie juntillas que la única solución era la aplicación de la fuerza y apostilló: "La política gubernamental que está actualmente en curso para desactivar los levantamientos estudiantiles, hace un llamado a la inmediata ocupación por el ejército y/o la policía, de cualquier escuela que esté siendo ilegalmente utilizada como centro de actividad subversiva. Esta política continuará siendo aplicada hasta que prevalezca la calma total". A fines de septiembre, Scott informó que el gobierno "no está buscando una solución de compromiso con los estudiantes, sino más bien poner fin a todas las acciones estudiantiles organizadas antes de que empiecen los Juegos Olímpicos… Se cree que el objetivo del gobierno es cercar a los elementos extremistas, y detenerlos hasta que pasen las Olimpíadas"...

 

Angélica había ingresado a la Facultad de Arquitectura de la UNAM el 29 de enero de 1968 y aunque se declaraba a sí misma ‘apolítica’, no pudo sustraerse a la vorágine que arrastró al País a partir de julio, y participó en ‘boteos’ para recabar fondos. Casi siempre recababa bastante y, al contrario de otros de sus compañeros, muy rara vez recibía insultos. Contrariamente, ella cosechaba un buen número de piropos a causa de su peculiar pero deslumbrante belleza. Desafortunadamente un día, en un crucero de la Avenida Reforma, su padre la vio ‘boteando’. Aquella noche al llegar a su casa en la Colonia Obrera su padre ‘le leyó la cartilla’ prohibiéndole ‘andar de revoltosa’, so pena de destierro con sus tías a Oaxaca… y, ¡No, ni madres!, ella quería mucho a ‘las viudas güeras’ como en el pueblo llamaban a las primas de su padre, pero no tanto como para sacrificar su futuro refundiéndose en San Miguel Amatitlán hasta la llegada del príncipe azul, jamás soñado, que – Como a la mayoría de sus amigas de primaria y secundaria – le daría manutención para el resto de su vida, a cambio de tenerla físicamente encarcelada y permanentemente embarazada hasta que su vida terminara, o se quedara sin marido (Justo como sus tías) gracias a un infarto liberador, una congestión alcohólica o un cotidiano y mortal pleito de borrachos.

 

A partir de ese día María Angélica se sintió decepcionada por la actitud tomada por sus padres acerca de sus actividades e ideología política por lo que los archivó mentalmente en la “M” de ‘momiza’ en el fichero de su corazón, pues ella estaba segura de que sus padres exageraban su reacción por algo tan inocente, tan justo y tan legal como protestar pacífica y hasta humorísticamente contra el gobierno… Unos pocos días después, precisamente el dos de octubre, en la Unidad Habitacional de Nonoalco Tlaltelolco, los militares le demostrarían que la equivocada era ella, sin importar que Zabludovsky, Ferríz y demás ‘comunicólogos’ ‘chayoteros’ y sus medios de desinformación, trataran a convencer al pueblo de México - Angélica incluida -, de lo contrario.

 

La mañana del 2 de octubre, Winfield Scott participó a Washington que la determinación del gobierno de llevar a cabo unas fastuosas Olimpíadas como nunca antes se habían visto, lo que quizá evitaría que se desencadenaran incidentes mayores. Pero agregó que incidentes repentinos e insospechados no podían ser descartados: "Cualquier estimación como ésta, de la probabilidad de actos intencionales diseñados para alterar el curso normal de los acontecimientos, debe tomar en cuenta la presencia de radicales y extremistas, cuya conducta es imposible de predecir. Y personas y grupos como estos existen en México". Su afirmación pudo deberse a la información proporcionada por sus LITEMPOs, que creían que "radicales y extremistas", cuya conducta "es imposible de predecir", estaban a punto de actuar.

 

La manifestación en Tlatelolco se inició alrededor de las cinco de la tarde. Y aunque los militares rodeaban la plaza sentados en sus tanques, éstos limpiaban tranquilamente sus bayonetas sin que hubiera una situación particularmente tensa. Al caer la tarde, se habían dado cita en la Plaza de las Tres Culturas entre cinco y diez mil personas. Los jefes militares de campo recibieron la orden de impedir que el acto se llevara a cabo por lo que iniciaron su movilización. Dichas órdenes especificaban el aislamiento, neutralización y detención de los dirigentes, quienes una vez capturados, se entregarían a la DFS. Pero obscura, secretamente, una agrupación de militares vestidos de civil, llevaba sus propias instrucciones, pasarían a la historia conocidos como el infame Batallón Olimpia…

 

Los militares que no estaban en este batallón recibieron la órden de avanzar e impedir que cualquiera entrara o saliera de la plaza a la señal de un semáforo de bengalas lanzadas desde un helicóptero, mientras los dirigentes estudiantiles eran apresados. Pero lo que no sabían era que Luis Gutiérrez Oropeza, jefe de Estado Mayor Presidencial del ejército mexicano, había emplazado en el piso superior del edificio Chihuahua a diez hombres armados a quienes había dado la orden de disparar sobre la multitud y de sus compañeros de armas. Así el gobierno podría culpar a los estudiantes de haber agredido al pueblo y al ejército y justificar la obvia violenta represalia de éstos. Los miembros del batallón Olimpia llevarían ropa de civil y un guante blanco en la mano izquierda, y se apostarían en los pasillos del edificio Chihuahua que miraban hacia la plaza. Tenían cobertura en casi todos los edificios cercanos, apoyo aéreo y hasta equipo de filmación para registrar el operativo.

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Gutiérrez Oropeza diseñó el operativo por mandato directo de Díaz Ordaz traicionando a ambos bandos, al Pueblo y al Ejército. Luis Gutiérrez oropeza, que también era amigo de Scott fue el enlace entre Díaz Ordaz y Echeverría. Oropeza cenó por lo menos una vez en casa de Scott, como consta con un libro de invitados conservado por la familia del Oficial de la CIA. No existe evidencia de que Oropeza haya sido un agente LITEMPO o que haya actuado bajo indicaciones de la CIA el 2 de octubre, pero eso poco importa. Justo en el momento en que el orador estudiantil Sócrates Amado Campus Lemus, ya corrompido por el gobierno, informaba que se suspendía la marcha hacia el Casco de Santo Tomás por las amenazas de violencia armada, desde un helicóptero militar se dispararon las bengalas en el cielo y todo el mundo miró por instinto hacia el cielo. Algunos pensaron que eran fuegos de artificio y aplaudieron. Por un instante ‘Tlalticpac’, el centro del cosmos se detuvo…

 

 Entonces se abrieron las puertas de  Chicunauhmictla, los nueve pisos del inframundo.

 

Una marea de gente corrió hacia el otro extremo de la plaza, sólo para encontrarse con una fila de soldados que venían a paso veloz en sentido opuesto. La marea humana osciló de regreso, justo a la zona de fuego. Scott envió su primer reporte alrededor de la medianoche. Fue procesado en el cuartel general de la CIA y retransmitido hasta a la Casa Blanca, donde fue leído a la mañana siguiente. Algo terrible había pasado en Tlatelolco. En el reporte se leía que según sus ‘fuentes clasificadas’: "Un adulto contó ocho estudiantes y seis soldados muertos, pero un puesto cercano de la Cruz Roja recibió 127 estudiantes y treinta soldados heridos". Otra fuente clasificada aseguraba que ‘Los primeros tiros fueron disparados por estudiantes, desde departamentos del edificio Chihuahua’. Otra (fuente clasificada norteamericana) expresó la opinión de que ‘fue un enfrentamiento premeditado provocado por estudiantes’. Otra (fuente clasificada) dijo que ‘la mayoría de los estudiantes que se encontraba sobre la plataforma del orador estaba armada, alguno con una ametralladora… las tropas sólo habían respondido al fuego de los estudiantes’"… Ninguno de los reportes de Scott ni de sus costosas ‘fuentes clasificadas’ resulto verdadero. Su única observación exacta, pero bastante pendeja por obvia, fue la de que "éste es el incidente más serio de la racha de disturbios estudiantiles que se inició a fines de julio". En su siguiente informe de la situación citó a ‘observadores entrenados’ que creían que los estudiantes instigaron el incidente. Dijo que el suceso de Tlatelolco creaba fuertes cuestionamientos sobre la capacidad de México para proporcionar seguridad durante las Olimpiadas.

 

Agentes del FBI en la Ciudad de México, que trabajaban de cerca con Scott,lo  mal-informaron que unos estudiantes trotskistas que presuntamente estaban vinculados con comunistas guatemaltecos habían creado un grupo llamado ‘Brigada Olimpia’, y que ellos provocaron el ataque al hacer fuego primero. También el FBI informó que Díaz Ordaz había dicho a un "visitante norteamericano", que el propio Scott podría haber sido el que había dicho que los disturbios habían sido "cuidadosamente planeados" y que Presidente el había comentado: "Muchísima gente ha entrado al país. Las armas usadas eran nuevas y tenían borrado el número de registro. Los grupos de Castro y del comunismo Chino están involucrados. Los comunistas soviéticos tendrán que ponerse a la altura para evitar que les llamen gallinas". Comentario creíble dada la personalidad de don Gustavo.

 

En Washington, Walt Rostow, asesor de seguridad nacional del presidente Lyndon B. Johnson, intentó aclarar los contradictorios reportes. Le cablegrafió una serie de preguntas a Scott, quien de inmediato ¡Fue a buscr a su agente a Díaz Ordaz en busca de respuestas! Pero regresó con unas que solo evidenciaron lo poco que sabía.

 

P. - ¿Los estudiantes mexicanos estaban utilizando rifles nuevos, con números sacados de registros chinos?

R. - No hay verificación hasta el momento, dijo Scott.

P. - ¿Individuos provenientes de fuera de México participaron en el movimiento estudiantil?

R. - Tres estudiantes: Un chileno, un francés y un norteamericano fueron arrestados el 26 de julio y deportados. Otros dos estudiantes franceses no fueron aprehendidos.

 

En suma: NO HABÍA UN SOLO REPORTE DE INTRUSIÓN FORÁNEA EN LAS OCHO SEMANAS PREVIAS. Pero el gobierno y la prensa mexicana jugaban constantemente los términos de ‘injerencia extranjera’ e ‘influencia exótica’. Scott sostenía que "ninguna evidencia concluyente a este respecto ha sido presentada". La Casa Blanca y el cuartel general de la CIA no eran tan estúpidos como para no notar que Scott parecía saber muy poco, o mejor dicho, casi nada, de lo que había pasado en Tlatelolco y que los reportes de la participación cubana y soviética eran exagerados. Además de que la excusa del gobierno de una provocación izquierdista no podía ser probada. El consejero de la embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México Wallace Stuart dijo que la estación de la CIA había presentado 15 versiones diferentes, y en ocasiones flagrantemente contradictorias, de lo que había ocurrido en Tlatelolco y "¡Todas provenientes de 'fuentes en general confiables' o de 'observadores entrenados' en el terreno!". Scott había caído en una clásica trampa de espías. Sus más confiables amigos y agentes le habían mentido y malinformado con historias de política-ficción para después actuar a su propia discreción. LITEMPO, su creación, su red de espías, se había vuelto en su contra. El gran timador había sido timado. Scott se había hecho demasiado dependiente de sus fuentes. No tenía un plan B, ninguna forma alternativa de recabar información sobre el más importante acontecimiento político social del siglo XX después de la Revolución Mexicana. Y aún peor: Con su ayuda y recursos por más de un decenio, los culpables se incrustaron en el poder, actuando cada vez con mayor violencia e impunidad ante una oposición genuinamente popular.

 

A una semana posterior al genocidio, Scott todavía le escribió una carta de agradecimiento a Luis Echeverría quien le había regalado un mapamundi electrónico enmarcado, que proporcionaba la hora exacta en cada huso horario del mundo, "Todos los que lo ven, se admiran ante el maravilloso reloj que me envió recientemente", escribió Scott en una nota del Archivo General de la Nación encontrada por el escritor Sergio Aguayo. Ocho meses después de Tlatelolco, Scott fue obligado a retirarse de su trabajo como jefe de estación de la CIA. Como es costumbre norteamericana, lo políticamente correcto en tales casos, fue la declaración confirmatoria de William Broe, jefe de la división de la CIA para América Latina quien “dejó claro que su salida nada tuvo que ver con los acontecimientos de octubre de 1968” pues "Él era uno de nuestros oficiales más destacados. Era una estación fuerte. Él hacía una buena labor". El motivo de su remoción, explicó, "fue su estancia de tanto tiempo. Fue lo que decidimos hacer, empezar a cambiar a la gente. No es que haya hecho algo mal. Simplemente creímos que no era adecuado tener a una persona en un lugar tanto tiempo. Trece años son muchos". O sea: ‘No lo quito por pendejo sino porque ya no nos sirve’. Scott terminó sus días profundamente amargado por esto. Falleció en la Ciudad de México el 26 de abril de 1971. Dos días más tarde, James Angelton tétrico troglodita ‘cazatopos’ llegó a Mexico y acompañado de oficiales de la CIA, selló la casa de Scott para requisar todos sus documentos. Muchos aún están clasificados como "TOP SECRET". Winston M. Scott está enterrado en el Panteón Americano de la Ciudad de México.

CONTINUARÁ.... (si nos ayudas)
Book no.1
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